El mundo andina mira 7 direcciones, este, oeste, norte y sur, el cielo arriba, la madre tierra y la dirección hacia nosotros mismos. Nosotros humanos, tenemos tres habilidades: Munay = la capacidad de amar, Yankay = la capacidad de trabajar / de tomar acción, Yachay = La capacidad de pensar o recibir sabiduría.
Cuando nuestra perrita Lola dio a luz hace tres años en la noche al 1 de agosto (cuando se hacen muchas ofrendas, comenzando el mes de la Pachamama en su honor y en gratitud) trajo 7 cachorros a este mundo, uno murió la misma noche y se la ofrecimos a la Pachamama en el fuego para volver a la luz. Al nacer, recibí el mensaje, que cada uno de ellos representaba una dirección y la muerte del 7º cachorro representaba el sacrificio de la mente egoica. No quiero juzgar ni dar una opinión al respecto, con humildad digo, que fue una descarga que recibí.
Nuestra gata Mimi dio a luz a sus gatitos el miércoles pasado. Al igual que Lola había estado decidida a traer a los bebés a este mundo, lo que significa que con ambos ocurrieron las circunstancias más locas, para que se esterilizaría antes de entrar en temporada.
Llegaron 6 gatitos, muchos en el mundo natural por una madre dando a luz por primera vez. Directamente el recuerdo de mi perro Lola apareció. Aunque sorprendió por el gran número me alegra que haya 6 y no 7- todos sobrevivieron bien y saludables.
Pensé, gracias a Dios, no hay sacrificio esta vez, creyendo en mi mente egoica: el camino de la autocuración muestra sus frutos. Soy una intuitiva, constantemente me conecto con animales y otros seres, así que escucho estos mensajes con cuidado.
Pero qué tan grandemente me he equivocado. Cuando fui a la montaña al día siguiente me fui con la intención de hacer una ofrenda, de sanar y dejar ir todo lo que había pasado durante mi primer ciclo de luna de este año 2020, que había sido bastante (en cuanto a muchos de nosotros) Justo después de abrir el ritual se había tomado el mayor sacrificio, cuando mi maestro, amigo de alma y gurú INTI había sido disparado con toda intención, cuando le dio su vida y sangre a la madre tierra, a Pachamama, a la vida. Inti es mi maestro principal, con quien caminé por mi intenso camino de ser una comunicadora profesional de animales e intuitiva.
Con su muerte no sólo me dio la mayor lección de cercanía de vida y muerte, de la luz que tenemos dentro de nosotros, que se puede apagar en cualquier momento, sino lo grande que es la mente egoica. Estoy de rodillas, pido perdón para creer que el ego se había vuelto más pequeño. Por el contrario, este sacrificio está más allá de las palabras y necesita mucho más tiempo para realmente comprender con todos los sentidos el mayor nivel de los mensajes que recibí con su muerte.
Sé que mis heridas del pasado siempre estarán conmigo, no puedo borrarlas, pero puedo intentar lo mejor cada día y cada momento en la vida para ser consciente de ellos, de mis programas y abrazarlas y curarlos - a través de la gratitud , aceptación, cuidado personal, conexión con todo lo que hay, tratando de ser la mejor versión de mí mismo.
Nuestro contrato de alma aún no ha terminado, sé que, lo hemos llevado a otro nivel, ahora también eres mi animal de poder y espíritu .
Lo siento
Te quiero mucho
Perdóname
Gracias